Para conseguir una iluminación bajomesada se puede optar por estas alternativas: colocar una cenefa en la parte inferior de la alacena y dentro ubicar el tubo y sus accesorios, o bien instalar el tubo directamente sobre la zona exterior del piso de la alacena. La primera opción permite que el tubo y los accesorios queden totalmente escondidos, en tanto la segunda deja toda la instalación a la vista.
Si opta por una cenefa de madera, instálela amurada (atornillada) a la alacena y luego proceda a realizar la instalación. En primer término mida el largo del tubo con los portatubos incluidos agujereando la alacena, instálelos primero. Luego se ubicarán la reactancia y el arrancador. Si lo prefiere puede instalar la reactancia dentro de la alacena, para que ésta permanezca disimulada. En cuanto a la conexión eléctrica deberá proceder de la siguiente manera:
- Lleve un cable de alimentación (llave) hasta la reactancia.
- Desde la reactancia sale un cable hacia uno de los portatubo (que podremos llamar A).
- Del portatubo A sale un cable hacia el arracandor y de éste al otro portatubo (que llamaremos B).
- Del portatubo B sale un cable que va hacia la otra alimentación.
A la hora de comprar los portatubos es conveniente optar por aquellos que traen el arrancador incorporado. En el caso de la reactancia siempre viene separada, a menos que se trate de un tubo para iluminación central. Sin embargo, el procedimiento de colocación es similar en todos los casos.
Problemas en los tubos de luz
Si la luz de los tubos comienza a parpadear o cada vez es más insuficiente es aconsejable revisar el arrancador. Es posible que sus conectores metálicos estén en cortocircuito y por lo tanto impiden que la energía llegue al tubo. Con la corriente cortada, levante la tapa (si se trata de un plafond) y haga girar un cuarto de vuelta al arrancador hasta que salga y reemplácelo por uno nuevo. En los plafonds de tubos circulares el arrancador se encuentra debajo de la tapa, en el centro, y si se trata del modelo de tubos rectos encontrará al arrancador debajo de cada tubo, cerca del zócalo.
Si la falla no es el arrancador revise los contactos de los tubos haciéndolos girar entre sí de un lado y del otro para verificar si los zócalos los sujetan con firmeza.
El parpadeo de un tubo no indica necesariamente deficiencias en el arrancador, descubrir el problema es fácil: observe el tubo con detenimiento y si nota que alguno de sus extremos se encuentra con una cierta coloración negra significa que se ha quemado y, por supuesto, se deberá reponer por uno nuevo.
Si directamente el tubo no muestra señales de encenderse, entonces deberá revisar si la corriente llega a la instalación. Hágalo de la siguiente manera: desprenda el plafond, observará los cables a la vista que llevan la electricidad, coloque entonces la punta de una lámpara de prueba en todos los cables para comprobar si llega la energía.
Si luego de realizar todas las verificaciones anteriores la falla persiste, deberá dirigirse hacia la reactancia, un aparato similar a un cubo, pesado y de color negro. Observe como ha sido colocada y despréndala con un destornillador, una vez fuera llévela hasta la ferretería y compre una igual para reemplazar a la vieja.